Venezuela empieza la era del poschavismo y lo hace con la victoria discutida de Nicolás Maduro, el mismo al que Hugo Chávez, que permaneció durante 14 años en el poder, nombró heredero antes de su muerte. Según los primeros resultados facilitados por el Ejecutivo venezolano, Maduro habría ganado a Henrique Capriles por 1,59 puntos.
El Consejo Nacional Electoral, que había previsto ofrecer los primeros resultados electorales tres horas después del cierre de los colegios, retrasó su entrega durante dos horas más, a las 11:35 p.m., lo que provocó tensión entre los venezolanos e incertidumbre ante el resultado, lo que acrecentó las sospechas de irregularidades.
Las dudas se acrecientan tras conocerse, con el recuento al 99,12 por ciento, que Maduro había logrado 7.505.338 votos (50,66 por ciento), frente a los 7.270.403 (49,07 por ciento) que se adjudicaban al candidato de la Mesa de la Unidad Democrática, Henrique Capriles. La participación fue del 78,71 por ciento.
Los rectores del Consejo Nacional Electoral calificaron la jornada como tranquila y pacífica. Hace seis meses, Chávez se impuso a Capriles por casi diez puntos.
El candidato de la oposición no reconoció los resultados y pide que se recuenten los votos.
“Nosotros no vamos a reconocer un resultado hasta tanto no se cuente cada voto de los venezolanos,” indicó Capriles en una declaración pública tras el anuncio de los resultados.
El rector del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, Vicente Díaz, ligado a la oposición, solicitó la auditoría del 100 por ciento de las papeletas que quedan depositadas en las urnas tras el voto electrónico, por la corta diferencia que ha habido en las elecciones presidenciales.
“Quiero decirle a mi pueblo que yo no pacto ni con la mentira ni con la corrupción, mi pacto es con Dios y con los venezolanos. Digo esto porque Maduro ha dicho que aquí hubo un pacto. Les digo que yo no pacto con la ilegitimidad, con aquellos que considero que no son legítimos” dijo Capriles.
Capriles por su cuenta llamó a la gente a salir a las calles y protestar ante el Centro Nacional Electoral si éste no se pronuncia, ya que, el recuento del 100 por ciento de los votos es un derecho que tienen los venezolanos.
Y así hicieron los venezolanos que desde el lunes en la tarde se encuentran en las calles. Aquí en Raleigh venezolanos hicieron acto de presencia al reunirse casi un centenar de ellos frente al restaurante Guasaca, de comida venezolana.
Estudiantes de N.C. State fueron los primeros en contactar a la gente para que fueran partícipes de este acto. La alumna Michelle Miloslavich, del segundo año en economía, fue quien inició la congregación ante el deseo de dar a conocer su disconformidad con el proceso llevado acabo el domingo.
Con la ayuda de Miguel Migliore, alumno del segundo año en ingeniería nuclear, Miloslavich pudo llamar a participar no sólo a los venezolanos sino también a los demás latinos y personas que denuncian el Chavismo.
Para defender su punto de vista, Capriles aseguró que no busca una guerra sino defender la voluntad del pueblo pacificamente.
“Le dijimos al gobierno que nosotros tenemos un resultado distinto al que se ha dado a conocer hoy, en aras de la democracia queremos que se haga una auditoria porque estamos hablando de una diferencia pequeñita,” dijo Capriles.
El gobierno respondió la tarde de ayer que si hace falta, serían más radicales ante el desconocimiento de los resultados electorales. Ante esto Capriles llamó a la gente abandonar los planes de salir a la calle el día miércoles en Caracas, para evitar hechos violentos.
“Queremos decirle a Maduro que el gran derrotado hoy es usted y lo que usted representa.”
La Organización de Estados Americanos, la Unión Europea y Estados Unidos dijeron que apoyarían el recuento de los votos ante el margen tan estrecho. Pero el CNE niega la necesidad de hacerlo y el gobierno, pese a aceptar contar los votos la noche del domingo, se negaron contundentemente desde el lunes.
