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El Día de la Raza el cual se traduce al Día de Cristóbal Colon en los Estados Unidos ha sido un día de fiesta federal desde 1937, la cual se toma acabo el segundo lunes de octubre de cada año. Desde escuela primaria le enseñan a los niños la rima de ‘1492 Colón navegó el océano azul’, para ayudarles a recordar el año en que el Nuevo Mundo y el continente americano fue descubierto por los europeos. A los mismos niños se les enseña los nombres de los tres barcos españoles que lo llevaron allí: la Niña, la Pinta y la Santa María. Los estudiantes aprenden más tarde que Colón desembarcó en La Española, que ahora consta de Haití y la República Dominicana.
De lo que los niños rara veces aprenden son acerca de los vastos imperios incas o mayas, imperios que fueron aplastados por las mantas de la viruela, la codicia, y espadas españolas. Como nación, no apartamos un día para celebrar las cienes de lenguas indígenas independientes que se hablaban en el hemisferio occidental antes de que Colón pusiera por primera vez el pie en una isla que él creía tontamente estar en el Océano Índico. La crítica del descubrimiento de Cristóbal Colón de América no es nueva, pero lo que es sorprendente es que sigamos celebrándolo.
Aunque no celebramos ningún otro explorador, como nación, los Estados Unidos continúa honrando el hombre que ayudó a iniciar la primera oleada de inmigrantes en el hemisferio occidental. Cristóbal Colón es el único no americano con un día de fiesta federal que lleva su nombre. Él también es la única persona que celebramos la cual perpetúo el genocidio, robo, la esclavitud y la destrucción de culturas enteras.
Colón empezó penosamente por la isla de Española, llegando a las entrañas de un sinnúmero de culturas y poblaciones establecidas para nombrar un nuevo descubrimiento y orgullo para su Italia natal y los españoles quienes financiaron la expedición. La educación eurocéntrica que celebra Colón no menciona la colonización, la eliminación deliberada y esclavización de los indígenas que poblaron las “nuevas” tierras. Tampoco reconoce la naturaleza altamente desarrollada de las grandes naciones que destruyeron en el proceso.
El Día de Cristóbal Colon se convirtió en un día de fiesta federal en 1937 bajo Franklin D. Roosevelt, pero se ha celebrado en España y en América Latina durante siglos.
No tiene por qué ser así. En 1990, el gobernador de Dakota del Sur ordenó que el ‘Día de Cristóbal Colon’ pasará a llamarse Día del Nativo Americano en un intento de conciliar las relaciones entre los nativos americanos y la población blanca. Hawái, Alaska, y Oregón no reconocen el Día de Colón, y Iowa y Nevada no lo celebran como un día de fiesta oficial en absoluto.
En lugar de extensas lecciones sobre Colon, ¿por qué no leemos Bartolomé de las Casas, el obispo que se opuso abiertamente a la corona española y abogó por los derechos de los esclavos indígenas durante toda su vida? En lugar de los tres barcos españoles, ¿por qué no nos enteramos de los nombres de los gobernantes incas como Huayna Cápac, Túpac Huallpa, o Tupac Amaru, todos los cuales murieron a manos de los conquistadores?